El tarot evolutivo es una rama que se ha venido desarrollando en los últimos años. Tradicionalmente el tarot se ha considerado una herramienta de adivinación, muy próxima a todo lo que tiene que ver con el esoterismo. Pero el tarot ha evolucionado, así ahora esta herramienta se utiliza en conexión con la psicología, tal y como nos enseñó Carl Jung, con su teoría de los arquetipos, que conecta los arcanos del tarot con la psique de los individuos.
Actualmente cuando el coaching, las herramientas de crecimiento personal y los manuales de autoayuda inundan nuestros minutos de lectura, las cartas del tarot empiezan a tener una fuerza inusitada como herramienta de crecimiento personal o técnica de coaching.
Para entender el tarot como algo más que una técnica de adivinación, tenemos que tener en cuenta las siguientes premisas. Las cartas del tarot no hay que tomarlas como un mandato directo sobre nuestro futuro, inamovible del cual no podemos escapar.
Generalmente las cartas del tarot son formas abiertas, donde nuestros pensamientos les pondrán el significado correcto, siendo muy particular para cada persona. Seguramente hace tiempo que sabes que hay que cambiar muchas cosas, es el momento de empezar a hacerlo.
El tarot evolutivo no tiene como misión principal la adivinación del futuro, más bien esto queda relegado a un aspecto secundario. Lo que pretende es fomentar el desarrollo personal para sanar algunos aspectos, que nos están limitando de cara a conseguir nuestra felicidad. El tarot evolutivo permite conectar con nuestro inconsciente y de ahí recibir mensajes o trabajar creencias, que nos puedan estar limitando en nuestro día a día.
En definitiva, el tarot evolutivo es una herramienta, que nos permite conectar con nuestro interior para poder trabajar emociones o creencias que nos están limitando. Por eso el tarot evolutivo es utilizado por muchos psicólogos para trabajar aspectos emocionales. Una carta de tarot nos va a dar una información, que es abierta.
La persona puede adaptarla a su situación particular, de ahí que sea un punto de partida, donde ya se pueden saber las cosas que tiene que trabajar. Los marcos o referencias abiertas son utilizadas en numerosas técnicas terapeúticas. El paciente rellena estas referencias en base a sus experiencias y deseos, a partir de ahí, podemos saber qué es lo que nos hace feliz, y aquellas cosas que podemos mejorar o desterrar.
