Los cristales o piedras, ayudan a nuestros centros energéticos a estar en orden. Tienen una vibración altamente positiva, lo cual es muy beneficioso.
Nos prestan su energía para conocernos interiormente y eliminar poco a poco las enfermedades físicas, emocionales y psíquicas, ayudando a que nuestra vida sea más plena.
La estructura especial de las gemas y los cristales, así como su origen, permiten absorber la energía electromagnética ajena, lo que les otorga una gran capacidad de revitalización y curación.