La esencia del Reiki es el amor, esa vibración divina que emite alegría, paz y vida y que lo abarca todo. Reiki te abre al amor, la energía sanadora por excelencia, y te conduce hacia él.
Reiki ha sido definido como una energía semejante a las ondas de radio, pudiéndose aplicar con eficacia, en contacto directo o a distancia. Es una energía inofensiva, sin efectos secundarios, es práctica, segura, eficiente y compatible con cualquier otro tipo de terapia.

También es definido como energía-Luz, que penetra en el organismo a través de los siete chakras principales, localizados desde la base de la columna a la parte superior de la cabeza, y que la distribuyen a todo el organismo, reequilibrándolo.

En una sesión de Reiki, el practicante de Reiki impone sus manos sobre el cuerpo del receptor (que no ha de sacarse la ropa) y deja fluir. La cantidad de energía recibida por el paciente está determinada por el propio paciente, el terapeuta se limita a dirigir la energía haciendo de intermediario entre éste y el proveedor -el Cosmos- que la entrega de forma ilimitada.



¿Cómo se convierte una persona en transmisor de Reiki?
Cuando impones tus manos con amor, ya estás transmitiendo Reiki. El amor es la energía sanadora. No obstante, un maestro de Reiki puede ayudarte con una iniciación a canalizar de manera consciente esa energía. El preparará tu cuerpo físico y etérico para convertirlo en un canal de energía con la técnica heredada del Maestro Usui y sus descendientes.

¿Qué es el REIKI?

¿Para qué sirve el REIKI?